Jóvenes respondiendo al llamado de Dios para dejarse consentir por Jesucristo
Patricia Ynestroza-Ciudad del Vaticano
“Ha sido un privilegio, un regalo del Señor”, expresa el Padre Cristian Leonel Parada Martínez de la Diócesis de Comayagua, Honduras, al hablar de la emoción de encontrarse en este lugar tan significativo para la Iglesia. El grupo de jóvenes pudo visitar la Basílica de Santa María la Mayor, donde reposan los restos del Papa Francisco, y ahora han tenido la oportunidad de ver a Papa León en la misa de acogida que se les dio a los 120 mil chicos. Este encuentro, cargado de simbolismo, fue una fuente de alegría profunda para los peregrinos.
La misa de acogida: una espera merecida
Ellos claramente participaron el martes a la misa de acogida en la Plaza de San Pedro, donde se dieron cita más de 120 mil jóvenes, esperando con ansias participar de la celebración eucarística. Evelin, una de las jóvenes participantes, relata cómo la espera, aunque larga y cansadora, se transformó en un momento de fraternidad: cantos, risas y oraciones compartidas con jóvenes de todo el mundo. «Escuchar el mensaje del Papa, ver tantas culturas reunidas bajo un mismo espíritu… fue emocionante», comenta con brillo en los ojos.
Nadie esperaba que el Papa los saludara en la misa
Uno de los momentos más impactantes fue la inesperada aparición del Papa. De repente, después de la comunión, el rumor corrió entre la multitud: “¡Va a pasar el Papa!”. En segundos, miles de jóvenes se movilizaron tratando de acercarse. Evelin recuerda esa escena como algo inolvidable. “La emoción de ver al Papa, representante de Cristo en la Tierra, tan cerca… es algo que no se puede explicar con palabras. Fue un regalo del cielo”.
Todo un proceso de preparación
Detrás de esta intensa vivencia, hay un trabajo silencioso y comprometido. El Padre Cristian ha estado al frente de todo el proceso de preparación: desde organizar al grupo, coordinar actividades para reunir fondos, hasta enfrentar los desafíos propios del camino. “Todo ha sido parte de una llamada del Señor. Respondimos con fe, y hoy podemos decir que logramos lo que nos propusimos. Estamos aquí, y eso es motivo de alegría”.
En espera de Tor Vergata
Aún quedan momentos clave por vivir. Evelin se prepara para la vigilia, el encuentro de oración con el Papa en Tor Vergata, y la misa del domingo. Además, el viernes, el Padre Cristian será uno de los mil sacerdotes que estarán confesando en el Circo Massimo, un momento fuerte de reconciliación y fe. Evelin lo vive como un proceso de conversión personal: “Este jubileo me invita a dejarme abrazar por Dios, a encontrarme con Él en cada iglesia, en cada eucaristía. No somos turistas, somos peregrinos”.